¿Cómo se forman las Olas? – Guía de Surf
El surf es un deporte que llegó a las costas de todo el mundo para quedarse; cada año son miles de nuevos deportistas que se dedican a la práctica de esta especialidad, bien sea como diversión o preparándose para ser surfistas profesionales.
Además del deportista y la tabla, existe otro elemento que resulta indispensable para hacer surf, se trata de las olas, pues sin ellas no hay surf.
Los surfistas pasan buena parte de su tiempo observando el oleaje, pendientes de sus condiciones, miran los vientos, el movimiento de las mareas o hacia dónde se mueve el swell.
Sin embargo, nos es muy fácil que los surfistas tengan una idea clara y establecida de cómo se forman esas olas, que les permiten hacer las mejores piruetas y acrobacias cuando están de pie sobre una tabla de surf.
Saber y entender cómo se forman las olas es imprescindible para conocer mejor delas previsiones en el surf y la calidad de las olas que se surfean.
Factores que influyen en la formación de las olas
Definitivamente el viento no solo ayuda al surfista en el momento de subirse a la tabla para surfear; el viento es uno de los mejores aliados para la formación de las olas.
Son varios los factores que influyen de forma directa en la formación de las olas; entre estos tenemos el viento, los fondos marinos, las corrientes, la energía y el movimiento de las aguas.
Aquí nos concentramos en dos de estos factores, para entender un poco mejor cómo se forman las olas más favorables para ser surfeadas.
El viento en la formación de las olas
El viento es el responsable para que las olas inicien su formación; en alta mar el viento se encarga de “peinar” el agua, lo que forma pequeñas elevaciones o crestas en el agua y ondas pequeñas.
Estas ondas con la ayuda del viento, su constancia, la velocidad aportada también por el mismo y su estabilidad en la dirección que lleva, empiezan a crecer.
Se tiene como regla general que mientras más estabilidad tenga la dirección del viento, sople de manera constante y sea más grande la distancia que recorra la onda en el mar, mayores dimensiones tendrá la ola formada.
Si además, el fondo marino tiene una superficie lisa y la ola no encuentra obstáculos en su recorrido hasta la costa, su llegada a la misma será con potencia, fuerza y velocidad.
Fotografía de una ola en Santander (España), en épocas de temporal el viento puede superar los 140 km/h. | Fuente: EFE/P.P. Hoyos
El fondo del mar en la formación de las olas
De acuerdo a la textura que presente el fondo marino, la ola formada crecerá de diferentes formas.
En las playas donde los fondos marinos cambian de manera progresiva, las olas formadas serán más suaves, debido a que no ocurren cambios violentos y las olas cuentan con el tiempo suficiente para disminuir su potencia, formándose más despacio.
Este tipo de olas suaves, son las más recomendadas para aprender a surfear.
Por otro lado, las playas con cambios bruscos en la textura del fondo marino, con corales, rocas o cualquier otro objeto, generan choques violentos del agua con estos elementos, lo que favorecerá una reacción más potente y rápida en la ola, tornándolas más agresivas, rápidas y enérgicas.
Fotografía de un buzo en el fondo del Mar Rojo. | Fuente: ISTOCK
¿Cómo influye el viento en la creación de las olas?
En alta mar el viento fluye libremente sin encontrar obstáculos que le interrumpan su desplazamiento; en este movimiento van rozando la superficie del agua, con lo cual se empiezan a generar pequeñas rizaduras o levantamientos en el agua.
Estos levantamientos o formaciones de pequeñas ondas son generados por la fricción del viento contra la superficie del agua; a medida que la superficie deja de ser lisa, la fricción se incrementa y las pequeñas ondas empiezan a crecer, formando de esta manera las olas.
Por efectos de la gravedad, el viento y la fuerza ejercida para retornar la lisura a la superficie del agua, las olas ganan tamaño, rapidez y potencia.
Mientras mayor sea el tamaño de la ola formada, es mayor la cantidad de energía que pueden captar del viento.
La altura de las olas depende de tres factores aportados por el viento: su velocidad, su permanencia en el tiempo y la estabilidad que tenga en su dirección.
